Con el objetivo de revalorar la obra del pianista y compositor mexicano Ricardo Castro (1864-1907), cuya música es poco conocida en México, la Fonoteca Nacional presenta el ciclo Ricardo Castro y sus influencias, que iniciará el martes 9 de septiembre, a las 19:00 horas.
El ciclo correrá a cargo del pianista y crítico musical Lázaro Azar, quien impartirá tres sesiones de escucha dirigida (en los meses de septiembre, noviembre y diciembre) en las que se reconocerá la afinidad de la música de Ricardo Castro con la obra de Frédéric Chopin, Robert Schumann y Franz Liszt, así como su relación con el lenguaje musical del siglo XX, que apenas le tocó vivir al compositor.
De acuerdo con Lázaro Azar, presidente de la Unión Mexicana de Cronistas de Teatro y Música, los documentos sonoros que se presentarán en este ciclo son obras de amplio valor histórico y forman parte de su acervo personal. El leitmotiv de las tres sesiones de escucha será el vals Capricho op. 1, la obra más conocida del músico duranguense.
“En la primera sesión se compararán algunos valses y se escuchará tanto aquella versión que el musicólogo catalán Otto Mayer-Serra le produjera a don Miguel García Mora, como también la primera grabación que se realizó de este vals en su versión para piano y orquesta, con la maestra Gloria Bolívar al piano, y la Orquesta Sinfónica Nacional bajo la dirección del maestro Herrera de la Fuente.
“Asimismo, se escuchará una verdadera rareza del vals Capricho, con la versión que José F. Vásquez realizó de esta obra, preservada en un rollo de pianola hecho en Nueva York a principios del siglo pasado”, explicó el crítico musical.
Como parte de esta primera sesión de escucha llamada “Ricardo Castro y sus influencias: Chopin y la música de salón”, Lázaro Azar presentará la música del pianista y compositor que tiene más clara inspiración en la obra de Chopin, así como obras de los dos géneros más afines a la nacionalidad del compositor polaco: mazurkas y polonesas.
El ciclo Ricardo Castro y sus influencias será una muestra de cómo el joven virtuoso que componía obras de salón para estar a tono con la moda de su tiempo, evolucionó hasta adquirir un lenguaje musical con sello propio al entrar en contacto con los grandes pianistas que visitaron México y con los compositores que conoció durante su estancia en Europa.
Ricardo Castro fue director del Conservatorio Nacional de Música en 1907, pocos meses antes de su muerte. A los 17 años de edad inició su carrera como concertista, con la cual tuvo grandes logros y que lo llevó a presentarse en salas de Nueva Orleans, Chicago, Filadelfia y Nueva York. En 1906 fue invitado a interpretar su Concierto para piano como parte de las celebraciones por las bodas de plata de Porfirio Díaz.
El compositor y concertista fundó la Sociedad Anónima de Conciertos, en cuyas funciones estrenó varias obras para piano y orquesta. También fue fundador de la Sociedad Filarmónica Mexicana en 1895, creada para la difusión de la música de cámara.
El músico llamado el “último romántico del Porfiriato” compuso las óperas Atzimba, La leyenda de Rudel, Satán vencido, El beso de Russalka y Don Juan de Austria. Es autor de numerosas obras para piano y mélodies (versión francesa para la canción de concierto). También compuso un Concierto para piano y un Concierto para violonchelo.
Entre 1901 y 1906 pasó una época en Europa que incluyó actividades en los conservatorios de París, Berlín, Londres, Bruselas, Roma, Milán y Leipzig. A principios del siglo XX se construyó el teatro Ricardo Castro en la capital de Durango, mismo que sigue en funcionamiento.
La Fonoteca Nacional preserva más 200 documentos sonoros que dan cuenta de la riqueza de la obra de Ricardo Castro como pianista y compositor, temas editados en los discos Valses mexicanos de 1900; Música del México romántico, Danzas mexicanas, 100 años de música mexicana para piano, México sinfónico, Genio y figura, música mexicana para piano y Las más bellas páginas de los valses románticos mexicanos, entre otros.
Dichos materiales se encuentran a disposición del público para ser escuchados en la Audioteca Octavio Paz, al igual que tres programas radiofónicos de la serie Música para charlar dedicados al análisis de la obra de Ricardo Castro, documentos sonoros pertenecientes al acervo de Radio Educación.
La Fonoteca Nacional que se ubica en la calle de Francisco Sosa 383, Col. Barrio de Santa Catarina, Coyoacán. Informes al teléfono 41 55 09 50, en la página www.fonotecanacional.gob.mx o al correo Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. Entrada gratuita. Cupo limitado. Twitter: @Fonoteca. Facebook: fonotecanacionaldemexico
Escucha : Vals Capricho
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