Las bibliotecas son lugares llenos de conocimiento, pero también de sonidos. Aunque parezca paradójico, el silencio de sus pasillos es el lugar ideal para apreciar los sonidos a nuestro alrededor: murmullos, el rechinar de los pasos, los motores de los autos y hasta el cantar de las aves en el exterior. Por esta razón, la Fonoteca Nacional ha organizado una Caminata Sonora en las instalaciones de la Biblioteca Vasconcelos, entre sus jardines y estanterías de acero colgantes. La caminata tendrá lugar el sábado 16 de abril, a partir de las 11:00 horas

La Caminata Sonora es un recorrido que se realiza en silencio por un sitio determinado de la ciudad, con el fin de reconocer las sonoridades que lo distinguen y que por lo general pasan inadvertidas. Durante esta actividad, los asistentes contarán con una guía que les hablará de la cultura de la escucha, basándose en los postulados del compositor y pedagogo canadiense Murray Schafer.

El recorrido del sábado 16 de abril se iniciará a las 11 de la mañana en la entrada principal de la Biblioteca Vasconcelos. En este punto se empezará por apreciar el entorno citadino: ruido de automóviles, pasos y taconeos por la avenida principal, los diferentes ritmos de los pregones de los vendedores, así como las risas y los gritos de grupos de escolares que acuden a este recinto de diseño moderno.

En el Auditorio Escalonado los participantes llevarán a cabo una dinámica para identificar de dónde provienen los diferentes ecos que se generan en esta área. Una pared de vidrio se alza entre la biblioteca y el auditorio. El techo alto del auditorio y sus escalones de gran tamaño permiten percibir la reverberación que se genera en este lugar. Algunos sonidos del exterior que alcanzan a colarse rebotan por las paredes. En este auditorio el grupo apreciará el efecto del eco de sus propias voces, pues cada uno se colocará en lugares diferentes y, por turno, pronunciará una palabra. El reto es que el resto de los asistentes señale hacia dónde rebota el sonido y cuánto tiempo tarda en desvanecerse.

Los aparatos especiales que posee la Sala Braille generan un entorno sonoro distinto del que se puede escuchar en otras partes de la biblioteca. Predominan en este espacio los clics de los mouses de las computadoras, el rechinar del piso de madera y los murmullos casi imperceptibles de los visitantes.

En los jardines de la biblioteca el grupo hará una visita inusual ya que se dedicará a explorar sus sonidos. Percibirá las diferentes texturas de los pisos que están conformados por piedras, pasto y arena, lo cual genera que los pasos vayan sonando de modo diferente. Aquí se podrán captar diferentes trinos de las aves, y con un poco de suerte se escuchará inclusive, el aleteo de las mariposas que revolotean entre los árboles frutales. También pueblan los jardines las voces de los visitantes, y los pasos y gritos de algunos bailarines que utilizan este jardín como punto de reunión para realizar sus ensayos. Los sonidos del exterior no desaparecen, por lo que se puede apreciar el ambiente agitado que se vive a unas calles, en el Tianguis Cultural del Chopo, el cual se instala cada sábado.

En la Sala de Música se advertirán el sonido del subir y bajar del elevador, así como los pasos lentos, los murmullos casi imperceptibles y el pasar de las hojas de algún periódico. Durante el recorrido hacia la terminal de la Red Nacional de Fonotecas, ubicada en esta sala, los participantes percibirán el silencio que guardan los usuarios. En esta área los asistentes podrán escuchar una muestra del acervo de la Fonoteca Nacional, en este caso un paisaje sonoro de la Ciudad de México, así como selecciones de diferentes programas de radio.

La Caminata Sonora tendrá lugar el sábado 16 de abril a las 11:00 horas.

Punto de reunión: Entrada principal de la Biblioteca Vasconcelos. Eje 1 Norte Mosqueta s/n esquina Aldama, colonia Buenavista, delegación Cuauhtémoc, c.p. 06350, Ciudad de México. Las estaciones más cercanas, tanto del metro como del metrobús, llevan el nombre de Buenavista.