El Edificio de Preservación es una pieza clave para el resguardo y conservación de la memoria sonora de México.
Antes de la creación de la Fonoteca Nacional, la atención del patrimonio sonoro nacional no había sido afortunada. Salvo algunas excepciones, la destrucción y el deterioro de soportes de audio era frecuente, así como la atención no especializada. En la Fonoteca Nacional, para revertir esta situación, fue necesario planear y construir el Edificio de Preservación que siguiera los estándares internacionales en la materia.
En ese inmueble hoy se llevan a cabo todos los procesos relacionados con la conservación y preservación de las colecciones sonoras que resguarda la Fonoteca Nacional. Se llevan a cabo los procedimientos de ingreso, administración, inventario, conservación (preventiva y correctiva), digitalización, restauración digital y catalogación.
En ese sitio se localizan dos bóvedas —la José Antonio Alcaraz en el primer piso y la Carlos Jiménez Mabarak en la planta baja—, en las cuales se resguardan los soportes analógicos: cilindros de cera, cintas de carrete abierto, casetes, DATs (cintas digitales de audio), discos en diferentes formatos (78 rpm, 45 rpm y 33 1/3 rpm), y discos compactos. Las bóvedas tienen una capacidad para resguardar 1 millón 300 mil soportes y cuentan con dos sistemas que proveen de todas las especificaciones técnicas necesarias para su conservación:
Sistema para el control de temperatura y humedad:
El control de temperatura y humedad se lleva a cabo a través de evaporadoras de expansión directa con gas refrigerante y equipos de deshumidificación, lo que permite mantener un clima frío y seco los 365 días del año y producir condiciones ambientales que garantizan la permanencia y estabilidad de los soportes.
Sistemas de seguridad integral:
En la planta baja del edificio se ubica el laboratorio de conservación y la bóveda de tránsito, que permiten mantener en óptimas condiciones los materiales sonoros durante los diferentes procesos de preservación. En el primer piso se encuentra el sitio donde están instalados los servidores y toda la infraestructura informática que demanda la Fonoteca Nacional para la correcta atención de su misión cultural.
En el segundo piso se llevan a cabo las tareas de catalogación, así como la digitalización de audio en un área que cuenta con reproductores de casi todos los tipos de soportes sonoros que han existido.